Esta es la
historia de una familia que aún viven en su pueblo natal, perteneciente al
departamento de Apurímac-Perú, hablamos de aproximadamente 50
años atrás, bueno comencemos.
Una noche él
bebe de una pareja empezó a llorar, pues era ya costumbre del nene
orinar de madrugada. La señora cansada de levantarse todo los días para
atenderlo, trato de despertar a su esposo que roncaba de un modo distinto a lo
acostumbrado. Ya que no despertó, la señora extrañado por el
ronquido espantoso de su esposo, encendió una vela casera para ver lo que
pasaba. Pues se llevó un susto al ver el cuerpo de su marido tendido en la cama
sin su cabeza.
Temiendo que
su marido le era infiel y que ese fuese el castigo de Dios por la
infidelidad. Atendió al nene que aun lloraba y de
repente escucho unos sonidos horribles que provenían del patio, apago
la lucecilla que tenía encendida y se acercó a la
puerta para ver por una abertura. Los sonidos horribles los
hacían tres cabezas que levitaban sobre el suelo formando un
círculo, no distinguió a ninguno por la poca luz que brindaba la luna; empezaron
a hablar de hacer una apuesta de quien iba a morir exactamente tal como se lo
propusieran.
Uno de ellos
empezó a decir que moriría en la temporada de barbecho (preparado de la tierra
para la siembra), ahogado en el río junto a su caballo; el otro dijo que
lo haría en la temporada de sembrío en las astas del toro; el tercero que
era su esposo, se propuso que moriría tocando violín en una fiesta. Pues así
juraron morir y se despidieron; la señora que estaba aún en la puerta corrió a
acostarse y fingió estar dormida, pues pudo notar de como una cosa oscura se
lanzaba hacia el cuello de su marido. A la mañana siguiente aun asustada
decidió no contarle nada de lo ocurrido esa noche. Pues llego la época de
barbecho, la señora que estaba pendiente del juramento que había presenciado
llego a escuchar la mala noticia de que un miembro de la comunidad había
fallecido, se decía que un hombre montado en su caballo se había caído del
puente al río que por esa temporadas era más caudaloso y turbio
y a pesar de los intentos de salvarlo había muerto ahogado.
Pues pensó que
solo era una mera coincidencia hasta que en la temporada de sembrío llego la
noticia de que otro comunero había fallecido en las astas del toro en plena
jornada. Esta noticia le alarmó y esperó la temporada de las fiestas de fin de
año. Ya por esas semanas su esposo recibió una oferta de trabajo de violinista
así que tenía que viajar. Su esposo que aún no sabía nada le pidió que
preparase víveres para el viaje, ella aun con el temor no dijo nada hasta que
llegó el momento de despedirse, le pidió que no viajase y le contó lo que había
escuchado esa noche, al enterarse de todo decidió acceder a la
petición de su esposa.
Esa es la
historia que solo es conocido por algunas comunidades vecinas de la zona. Debo de resaltar que no es
el único relato que se haya escuchado ya que este fenómeno de las cabezas
voladoras son más conocidas en las zonas rurales.
El mito de las cabezas voladoras
es quizá uno de los mitos más extraños de nuestro país, en
los andes las cabezas voladoras se presentan de
manera física y representan
una connotación maligna o perjudicial a quienes se les
presenta, suelen vagar de noche lanzando gritos.
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