Una noche del 23 de diciembre del 2014,
un día antes de la navidad, mi padre conversaba con un ingeniero
encargado de unas obras que se realizaban por aquella zona por parte del
gobierno del proyecto de irrigación, que por ese entonces mi madre le
pensionaba a él y dos trabajadores suyos.
Después de haber terminado la cena,
como era de costumbre se ponían a charlar un rato para luego retirarse a
descansar al campamento que se encontraba a 4 kilómetros aproximadamente, nos
contó que más o menos 25 años atrás, había conocido a un docente
llamado Germán que le había contado una experiencia que
nunca olvidaría, según aquel docente que por motivos de trabajo había
aceptado, junto a un colega suyo, trabajar en un pueblito que se
encontraba lejos de cualquier ciudad a su alrededor; en el viaje a dicho
pueblo se habían forzado descansar en una cabaña que se encontraba cerca de la
carretera que llegaba al pueblo donde debían de enseñar. Que por esas fechas
raras veces pasaban carros; esa noche los dos viajeros pidieron alojamiento a
la familia que vivía allí, fueron amablemente aceptados y atendidos por la
señora de la casa, al parecer solo eran ella y su esposo; mientras cenaban los
docentes les contaban sus motivos de su viaje y sus peripecias que habían
pasado para llegar al lugar donde se encontraban, la señora les había
proporcionado abrigo para que pudieran dormir juntos cómodamente en una cama
improvisada de madera que estaba en un rincón ya que no había más que dos
camas.
Esa noche en sus sueños de Germán se
le había presentado en el mismo lugar donde estaba durmiendo, un joven de
aproximadamente 15 años, alto, de piel blanca, cabello castaño y ojos negros
que le miraba y le pedía ayuda. Le decía que él era el hijo de la mujer que le
había atendido y que el que estaba junto a ella le haría daño. A la
mañana siguiente viendo el clima espantoso de lluvia típico de la sierra y
nuevo para ellos, decidieron quedarse ese día. En la tarde mientras
no se encontraba el señor de la casa, se acercó a la señora para preguntarle si
tenía hijo pues ella le contó que sí, pero que había desaparecido y
no sabía nada de él desde hace un año atrás, se llevó una gran sorpresa
cuando le mostró una foto del joven, era a él a quien había
visto en sus sueños, le contó que su padre del joven había
muerto hace 2 años atrás y con el que estaba actualmente convivían más de un año
y que se había casado hace tres meses atrás; ese día no le menciono de su
extraño su sueño a la señora. Esa noche también se le volvió
aparecerse, le mostraba un cumulo de piedras que estaba a unos pasos de un
árbol que se encontraba a atrás de la casa, y le decía repetidamente
que él (padrastro) le había asesinado y allí le había enterrado
y que le ayudara prevenir a su madre. Pues al amanecer
aprovechando de que su marido no este, pidió permiso a la señora para cavar al
pie del árbol. No requirió mucho esfuerzo para toparse con un cadáver y llevarse
el susto de su vida. Le contó a la señora toda la historia que al ver
al cadáver, reconoció a su hijo por la ropa, la estatura y el collar que
aun llevaba. Le sugirió que no le contara a su esposo y que pusiera una
denuncia de asesinato de su hijo. Pues ese día emprendieron su viaje dejando a
la señora en llanto por la muerte de su único hijo. Cinco meses después
les llego la noticia de que la señora había muerto, asesinado por su esposo
quien había sido arrestado y confesado haber asesinado al esposo e hijo de la
señora, todo por ambición, con el fin quedarse con las tierras de aquella
familia.